El gobernador de Texas y potencial aspirante a la presidencia por el Partido Republicano en 2016, Rick Perry, achacó hoy a un "abuso de poder" y a una "farsa" la acusación por supuestas amenazas a una funcionaria demócrata y defendió que sus actuaciones estuvieron amparadas por la Constitución del estado.
Perry fue acusado el viernes por un jurado investigador de abuso de poder y coacción a un funcionario público por un caso de 2013 en el que supuestamente amenazó a la entonces fiscal del distrito del Condado de Travis, la demócrata Rosemary Lehmberg, con vetar una partida económica si no renunciaba a su cargo tras haber sido sorprendida ebria al volante.