El segundo aniversario de la entrada en vigor de la conocida como Acción Diferida, que ha evitado la deportación de más de medio millón de jóvenes inmigrantes, se cumple esta semana entre el último intento republicano por acabar con ella y la presión de los grupos proderechos migratorios, que piden su extensión.
El 15 de agosto de 2012, la Administración del presidente Barack Obama puso en marcha el programa, que además de suspender las deportaciones a quienes cumplieran con los requisitos requeridos también ofrece permisos de trabajo a los jóvenes beneficiados.