Ante la crisis que enfrenta el sistema penitenciario, con cárceles abarrotadas y un presupuesto insostenible, se despliegan medidas innovadoras promovidas por el gobierno del presidente Barack Obama a favor de conmutar las sentencias de los presos sin antecedentes de violencia.
Con el fin de abaratar los costes y promover un sistema judicial más justo para aquellos condenados por ofensas leves, relacionados con el consumo de drogas en su mayoría, el Departamento de Justicia respaldó en abril la iniciativa denominada "Clemency Project 2014".